sábado, 18 de enero de 2014

Querida Berlín























Fotos: María Pequeño
Me enamoré de Berlín como lo hace un quinceañero con un amor de adolescencia; rápidamente, a lo loco y sin ningún motivo, porque a pesar de ser  fría y gélida como ninguna, aún recuerdo la maldita noche en que me cameló con decenas de jarras de un brevaje color trigo y me congeló el corazón para siempre.

Dicen que nunca se enamora uno como lo hace la primera vez, y sin embargo, mira que intenté convertirme en la excepción: siempre supe que las reglas no están hechas para insensatos como yo. Me dediqué a vagar por la vida sin rumbo fijo, recorriendo y explorando cada recoveco de mis nuevas conquistas con la fascinación que produce lo desconocido hasta que deja de serlo. Y al cabo del tiempo,  me descubría a mí mismo, en los tugurios oscuros de aquellas ciudades cuyos nombres el alcohol y la memoria solían confundir, confesándole a algún borracho como yo, que como ella, ninguna.

Fue entonces cuando regresé a sus brazos para siempre, vislumbrándola cuando ni siquiera era un punto inteligible en el horizonte: tan nueva y tan vieja, tan moderna pero tan clásica. Majestuosa, fortalecida como una mujer con un pasado negro y vil , ya olvidado, del que hoy ha tomado conciencia.

Ella me cambió, como hacen las buenas mujeres con los malos hombres, me hizo asentar la cabeza e incluso busqué algún trabajo serio; me había dejado atrapar, ambos nos necesítabamos, y ya era demasiado tarde para marchar. O eso le decía al otro yo, no al enamorado, sino al aventurero, cuando de vez en cuando aparecía para pellizcarme el alma con aquel veneno  benigno al que yo ya era casi inmune.

Hay hombres que pierden la cabeza por una mujer, y hay otros pocos infelices como yo, que lo hacemos por una ciudad. Siempre he sospechado que hay ciertas ciudades que son como mujeres: te seducen de tal manera que nunca dejas de nombrarlas, ni de amarlas, por muy lejos que te encuentres de ellas.



por Lidia Fernández

1 comentario:

  1. Hola guapa, sólo para informarte que te nominé al premio conóceme http://www.entreharinas.com/2014/01/entre-harinas-premio-conoceme.html. Me encanta tu trabajo. Un abrazo

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